Sencillo y cremoso helado de zanahoria confitada. Un postre original, refrescante y muy suave al paladar. Perfecto para terminar una comida o cena.
En un bol apto para congelar, haremos nuestro helado de zanahoria y para eso, ponemos la crema agria, el azúcar, el queso crema y la ralladura del limón y con la ayuda de una batidora, trituramos todo.
Cuando tengamos una mezcla homogénea y uniforme, tapamos el bol con una tapa o papel film transparente y llevamos al congelador. Dejamos allí un par de horas.
Sacamos lo que será el helado de zanahoria del congelador y volvemos a batir todo, para que los cristales de la congelación se rompan. En ese momento, añadimos la zanahoria confitada que tendremos picada en daditos y mezclamos.
Volvemos a congelar el helado de zanahoria otra hora, sacamos, batimos otra vez y volvemos a guardar hasta el momento de servir.
Foto orientativa: joyosity
Si quieres dar un toque crujiente a este helado de zanahoria, puedes añadir, al mismo tiempo que las zanahorias, unas nueces picadas.
Si te gusta el helado frito, esta es tú receta. Perfecta para hacer con cualquier sabor de helado y disfrutar del contraste de temperatura y de sabores.
Con el helado que tengas en casa, unas galletas y unos frutos secos, puedes preparar un helado crujiente delicioso y sorprendente.
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Cremoso helado de fresa al mascarpone con un toque crujiente aportado por los pistachos. Un delicioso postre que podrás hacer ¡con o sin heladera!
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